La idea, como sabemos, es tributaria del mundo de la informática: programas de código fuente abierto modificable según ciertas reglas, cuyos ejemplos más famosos, y pioneros, son el sistema operativo Linux y el navegador Firefox, opuestos a los programas llamados "propietarios". En el mundo automotor hay ahora un proyecto parecido: un automóvil propulsado por hidrógeno que, si es deseo del dueño, puede cambiarlo por otro combustible. Se lo conoce como "c,mm,n", a pronunciar en inglés "common". Aún no se sabe demasiado acerca del "c,mm,n", y, francamente, no es demasiado bonito, pero por el momento puedes seguir su evolución en Autobloggreen.